jueves, diciembre 15, 2005

15 de Diciembre



Hoy la nave se eleva en el éter del sonido a la caza del cielo.
Comenzaremos la singladura recibiendo en cubierta a la escritora Piedad Bonnett, que nos hablará de su última novela Para otros es el cielo, que edita Alfaguara, y tienes la posibilidad de leer aquí el principio. Quizás así, comenzando por una renuncia a la gloria, logremos elevarnos cada vez más livianos.
Es lo que tiene la sabiduría, que puede ser la rampa de despegue al paraíso del conocimiento, o convertir la vida en un infierno, en una vasta ciénaga de pozos de ignorancia. Eso es lo que parece sucederle a Terrance en este pierdecursos animado: que trata de nutrirse de saberes... pobre chaval. (OJO: tarda un poco y está en inglés, pero su musicalidad lo hace llevadero).
No sé si es necesario ser un sabio para volar más alto, porque creo en los sueños. Pero no viene mal ampliar la experiencia analizando cómo vuelan las aves, por ejemplo. No te pierdas este pierdecursos, la web Animal Planet, en la que podrás ver videos grabados por un águila en vuelo. ¡Hay incluso un combate aéreo entre la protagonista y otra pequeña rapaz con muy mal genio! (OJO: también está en inglés, pero merece la pena)
Después de ver la majestuosidad con la que las rapaces dominan las corrientes, resulta difícil creer que muchas se encuentren en peligro, pero es así. Por eso se ponen en marcha campañas, como esta de SEO/Birdlife, contra los a menudo letales tendidos eléctricos. Nos acompañará algún responsable de la organización para hablarnos de este “plumiagudo” asunto.
Para acabar, un ilustrativo pierdecursos: Bird vs. Jet. Imagina: pilotas un caza y, tras despegar, te estampas contra un pobre pajarillo. Alerta. Caes en picado. Tienes que abandonar el aparato eyectando tu asiento, antes de que se estrelle en la soledad de un campo de avena loca... la tecnología derribada por una avecilla "que me cantaba al albor. Matómela un bombardero, dele Dios mal galardón". En fin, cosas que pasan.
Esperemos que a nosotros hoy no se nos enrede el azar en las jarcias, y podamos volar entre las olas. Lo sabremos esta misma tarde en La Ciudad Invisible.
Un abrazo.

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