lunes, marzo 14, 2005

En cuerpo y alma

Todos los hombres que aspiren a aventajarse a los demás animales deben poner su mayor empeño en no pasar la vida inadvertidos en el silencio, a manera de bestias que la naturaleza formó inclinadas hacia la tierra y esclavas de su propio vientre. Por otra parte, el conjunto de nuestras energías tienen su asiento en el alma y en el cuerpo; el alma sirve en nosotros principalmente para mandar, y el cuerpo para obedecer; la una nos es común con los dioses, y el otro con los brutos. Por esto creo que procede buscar la gloria más con los recursos del espíritu que con las fuerzas corporales, y ya que la vida de que gozamos es por sí misma tan breve, dejar, hasta donde esté a nuestro alcance, larga memoria de nosotros; porque el brillo de las riquezas y de la hermosura es pasajero y quebradizo, en tanto que la luz del verdadero mérito se conserva eternamente.

La Conjuración de Catilina
Salustio
Por supuesto Salustio, de ascendencia sabina, se sentía comprometido con su sociedad, con su república, con unos valores que se descomponían ante sus ojos. Que sus palabras me sirvan de ejemplo o me torturen cuando me traicione.

No hay comentarios:

Publicar un comentario